Apuntes desde los Encuentros Internacionales de Resistencia y Rebeldía
- revistapapalotl
- 14 ene
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El pasado noviembre de 2024 el Ejército Zapatista de Liberación Nacional lanzó una invitación para todxs aquellxs que, en sus propias palabras: son firmantes de la Declaración por la Vida para acudir a los Encuentros de Resistencia y Rebeldía en Chiapas. Así que nos dimos a la tarea de preparar el viaje largo que nos esperaba.
Llegamos el 29 de diciembre al CIDECI con todo el ánimo de escuchar la palabra de ellas, de las mujeres que junto con la socióloga Sylvia Marcos nos hablaron de sus luchas, sus logros y nos recordaron que no “llegamos todas” como dicen por ahí. Que las mujeres indígenas, a pesar de que también les dicen que éste 2025 es “su año”, siguen sufriendo despojos, racismo y violencia estatal. Pero ellas siguen en lo suyo y así nos contaron cómo dejaron atrás esos mandatos patriarcales de lo que deben ser las mujeres, de que ellas se saben libres de elegir sus caminos de ser doctoras, maestras, milicianas, maternar o no hacerlo. Pero esto no ha sido de la noche a la mañana, les ha llevado más de 30 años de organizarse, de hacer comunidad, de resistir. Ambas nos acordamos de nuestras abuelas, que no pudieron estudiar pero que nos alientan a seguir estudiando y a tener curiosidad por las cosas que nos rodean.
Al día siguiente empezó el Encuentro Cultural; poesía, música, baile, comida, y claro, también hay qué decir que cuando una va a éstos encuentros nunca regresa siendo la misma persona. Porque ante el aprendizaje, también nos topamos con situaciones no tan agradables como que hay quienes no dejan el ego afuera y escucharles es un interminable YO-YO sobre lo que han hecho durante su vida académica y militante, porque en vez de ir a escuchar, quieren ser ellos los escuchados.
Nosotras tuvimos varias conversaciones mientras estábamos en el comedor, y conocimos a una joven zapatista que ya nos reconocía cuando llegábamos a desayunar. Entre tantas cosas, hablábamos sobre la importancia de la teoría-praxis en las organizaciones, pues no es posible que exista una sin la otra.
Otra de las cosas que reflexionamos, es sobre como llevamos a cabo nuestras investigaciones, sin caer en extractivismos o que solo se hable de nosotras, tomando en cuenta que muchas veces las investigaciones van ligadas a personas, que no solo son un objeto de estudio, sino que nos brindan su espacio y tiempo para poder hacer nuestros trabajos de titulación. No solo debería de quedarse en un mero requisito, sino preguntarnos cómo vamos a retribuir a esas comunidades y personas por tener el interés de también acercarnos a nosotrxs.
Y sobre la escritura, es muy continuo el mensaje de que nuestros trabajos deben de tener un método riguroso, pero no por ello debemos de olvidar que nuestros trabajos no solo van dirigidos a la academia, sino a personas que se pueden interesar en el tema y que es importante también escribir también para ellxs, nosotrxs.
Y por último y no menos importante: nos preguntamos cómo será el día después del capitalismo, cuando por fin nos demos a la tarea de hablar de ‘lo común’ y ponerlo en práctica.
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